martes, 31 de mayo de 2011

"Las cosas que no nos dijimos" de Marc Levy, cosas de familia

Decíamos ayer...
Esta es una novela un poco rara.
Una mezcla de novela rosa, fantástica, de reflexión... y a la vez no es ninguna de esas cosas.
Bueno, romántica sí que lo es. La más romántica de las novelas del autor de las que he leído, y ya van unas cuantas...
Básicamente nos cuenta la historia de Julia, una treintañera que está a punto de casarse. Pero el plan se le fastidia, como tantas otras cosas, por la muerte de su padre, cuyo funeral está previsto el mismo día de la boda.
Además, poco después recibe un extraño regalo de parte de su padre, un androide hecho a su imagen y semejanza, con todos sus recuerdos. Su objetivo, recuperar el tiempo perdido, ya que llevan mucho tiempo sin hablarse.
Julia está horrorizada, pero a la vez siente que es una oportunidad para conocer a una persona que cree que la abandonó cuando era niña y de enterarse de ciertas cosas que jamás supo sobre su pasado y que cambiarán su futuro.

Amores adolescentes, viajes (algo habitual en los libros de Levy), mucho humor, escenas muy sensibles, un toque de política (también habitual en Levy)...

En algunos momentos he sentido sorpresa pero en otros he sentido una cierta irritación por lo típico de los personajes, como Stanley, el amigo homosexual (por muy gracioso que sea). No se puede negar que tiene puntos muy graciosos y originales y que cualquiera se puede sentir identificado con ciertas situaciones familiares.
En definitiva, una novela entretenida y con detalles que nos hacen reflexionar sobre vivir el momento presente y las cosas que merece recuperar del pasado.


martes, 24 de mayo de 2011

"23 horas" de David Wellington, la serie se eterniza...

Decíamos ayer...
Sabemos de sobra que matar a la gallina de los huevos de oro no se estila en nuestros días ( ni nunca, pero ahora especialmente ). David Wellington ha encontrado lo que ahora se da en llamar un fenómeno editorial, de esos que empiezan en el boca a boca, con un proyecto de trilogía, pero que, ante el inesperado éxito, decide alargar, y alargar, y alargar...
Vale, llámadme exagerada. Sólo van 4, diréis. Pero es que habrá 5, porque esta novela termina con un continuará. Y después, ya veremos.
A estas alturas, los que hayáis leído mis reseñas sobre los libros del señor Wellington sabréis que me gustan, que me parecen entretenidos, escritos con buen pulso, llenos de acción, originales (dentro de lo mil veces leído  y visto en el cine), y que tiene un personaje especial, Justinia Malvern, por el que siento debilidad.
Pero todo tiene su límite. Y  es que hasta de una vampira inteligente y encantadoramente antigua se puede una aburrirse. Porque desde que puede andar, ha perdido su encanto la vieja pelleja.

Sobre el argumento, qué os voy a decir...
Vampiros, sangre y más sangre, siervos, Caxton dando caña y sobreviviendo contra todo pronóstico, esta vez en una prisión de mujeres.
En fin, que hasta una buena serie se te puede hacer eterna.

domingo, 22 de mayo de 2011

"El primer día" de Marc Levy, aventura inesperada

Decíamos ayer...
Primer consejo: olvidar lo de "la aventura de amar como nunca te la han contado", es una chorrada y la ha escrito alguien que no ha leído el libro, para variar.
Segundo consejo: olvidar la presentación de personajes de la contraportada, el que la ha escrito tampoco ha leído la novela, para variar.
Tercer consejo: no pensar que se trata de una novela romántica, NO lo es. Es una novela de aventuras, de viajes, con algo de misterio, con sorpresa final, con segunda parte, de esas que se leen en pocos días, de las que te enganchan casi sin pensarlo.
Porque, en el fondo, yo creo que es una de esas novelas sin pretensiones más allá de entretener, y eso lo consigue con creces.
Es una novela bien ambientada y bien documentada en las áreas que controlan los protagonistas ( la astronomía y la arqueología ). Hasta te sueltan sus parrafaditas correspondientes para ambientarte el asunto sin que te moleste demasiado y sin que te suene a chino, y eso tiene su mérito.
Además, en ella viajamos por medio mundo y no sobran peripecias de todo tipo, unos espías muy particulares y unos secundarios muy graciosos que quizás no sean tan inocentes como parecen.
Claro que, aquí nada es lo que parece... 

martes, 17 de mayo de 2011

"Déjame entrar" de John Ajvide Lindqvist, vampiros a la sueca

Decíamos ayer... (o anteayer...)
Como suelen decir, los libros nórdicos son diferentes. Y, como no podía ser menos, este libro de vampiros lo es. Y lo es porque decir que es un libro de vampiros es exagerar mucho.
Digamos más bien que algunos de sus personajes son vampiros.
El caso es que hay personajes y hechos que dan muchísimo más miedo en esta historia que el vampiro/a de esta historia, lo cual no deja de ser casi una anécdota.
Porque esta historia nos habla de la sociedad de la Suecia de los años 80, esa que ya nos bosquejó Larsson en la cacareada trilogía Millennium, rompiéndonos el mito de la frialdad sueca.
Aquí se nos cuenta (entre otras cosas) la historia de Oskar, un niño normal con ciertos problemillas. El caso es que ciertos compañeros de colegio la tienen tomada con él. A lo bestia. Esta es una historia de eso que llaman mobbing.
También está Eli, el o la vampira/o,  cuyo protector siente algo más que un cariño paternal por él/ella. Esta es una historia sobre pederastia.
También está el grupo de borrachines, los niños maltratadores y algunos vecinos del barrio.
Pero sobre todo es una historia de amor y amistad, ya que gracias al hecho de conocerse, Oskar encontrará algo parecido al valor para enfrentarse a sus maltratadores, y Eli...


Como he dicho, esta es una novela de vampiros muy poco común, tanto, que yo no diría que lo es en absoluto. Pero es muy dura, porque el autor no ahorra detalles escabrosos en las escenas violentas o sexuales, como obligándonos a enfrentarnos a lo que, como he dicho antes, debería darnos miedo de verdad (al menos yo he tenido esa sensación).
Aunque tiene un arranque realmente entretenido, debo decir que se desinfla un poco hacia la mitad por la repetición innecesaria de acontecimientos y que el final es, quizás, demasiado precipitado, pero no se puede negar que el autor tiene el talento suficiente para enganchar, aunque sea a base de puñetazos en el estómago.
Lástima que no sepamos más sobre el pasado de Eli, los pocos detalles son insuficientes, casi preferiría no saber nada.
En todo caso, aviso de que hay escenas muy fuertes (sobre todo las de pederastia) pero eso no evita que el libro sea entretenido como pocos.