jueves, 23 de septiembre de 2010

Lindsey Davis, la "mater" de Marco Didio Falco


Decíamos ayer...   
Esta entrañable inglesa con cara de simpática (de hecho lo es, al menos en las entrevistas en las que la he visto) es la creadora de mi detective o informante favorito, el romano de pura cepa Marco Didio Falco.
Esta serie, larguísima, por cierto, está ambientada en la Roma del emperador Vespasiano, una época de intrigas, asesinatos, corrupción inmobiliaria, guerras de poder, tráfico de influencias... ¿A qué me suena? ¿Es posible que hayamos cambiado tan poco? La verdad es que si no fuera vestido con túnica, fuera a los baños cada noche y comiera cosas rarísimas con salsa de pescado, parecería que las novelas están ambientadas en la calle de al lado.
Lo mejor de esta serie es que no aburren en algún momento ( aunque hay quien encuentra a Falco algo estomagante, por que les resulta un graciosillo), lo cual ya es un mérito, teniendo en cuenta que se han publicado 21 novelas en Inglaterra y 20 en España (que yo sepa, yo voy por la 18).
La ambientación es suprema, no sólo la que se circunscribe a Roma, ya que Falco y su esposa Helena Justina son unos viajeros impenitentes y viajan a paises como Hispania, Britania, Germania o Grecia e incluso visitan ciudades míticas como Palmira.
Los personajes no son típicos en absoluto, ya que Falco, aunque va de duro, en el fondo es un padre de familia de lo más tierno, con una familia de lo más "especial", además, siendo de una clase social baja, tiene que luchar para casarse con Helena Justina, nada menos que la hija de un senador venido a menos y una mujer de armas tomar...
Por si fuera poco con su vida privada, los encargos que tiene del emperador Vespasiano, son unos marrones de mucho cuidado, además, él es un rácano y a menudo se olvida de pagar. Sin contar con que Anácrites, el Jefe de los Servicios Secretos, es algo así como su enemigo íntimo...
Con esta base, podréis imaginar que algunos de los casos que le llegan son un poco disparatados, siempre da la sensación de que, allí a donde va, el pobre hombre se tropieza con un cadáver...
Quien no conozca esta serie y se anime a probar se encontrará con unas novelas de misterio muy alejadas de las novelas frías y aburridas (estilo nórdico), llenas de acción y humor (hasta el punto de reir a carcajadas), con unas frases y comentarios impagables y unos personajes que enganchan.





miércoles, 15 de septiembre de 2010

"La vida secreta de las abejas" de Sue Monk Kidd, ausencias, miel y vírgenes negras

Decíamos ayer...

En esta novela ambientada en el sur de los Estados Unidos, durante los años 60, años duros en los que los negros luchaban por la igualdad en un ambiente ciertamente enrarecido, una jovencita de 14 años, Lily Owens, soñadora, mentirosilla y con una imaginación desbordante (quiere ser escritora, para variar, algo que empieza ya a ser un tópico en este tipo de libros), huye de su casa con su niñera siguiendo las únicas pistas que dejó su madre muerta.
Ese camino la lleva hasta Tiburón y hasta una casa rosa habitada por tres pintorescas hermanas negras que la acogeran con los brazos abiertos y le darán todo el amor que jamás recibió de una madre muerta que la abandonó de niña, y de un padre destrozado por la culpa y que paga con su hija su propio dolor.
Allí recibirá numerosas lecciones sobre la vida, descubrirá cosas que nunca (o quizá siempre) quiso saber sobre su madre y su propio pasado, aprenderá un oficio, el de apicultora, que templará su corazón salvaje, e incluso descubrirá una nueva religión, encarnada en la imagen de una virgen-mascarón de proa tan negro como las dueñas de la casa rosa... hasta un amor imposible.

Con las dosis justas de drama y comedia, esta novela  es comparada con "Tomates verdes fritos" (a mi parecer no se le parece ni en tono ni en calidad), a pesar de que no puede evitar el tonillo de moralina (quizás, al no ser religiosa, no he captado el espíritu de la novela, no lo sé), al menos no edulcora un final que podría haber fastidiado el conjunto. Es decir, termina bien, pero no todo es de color de rosa (como la casa), afortunadamente.
La ambientación está muy lograda y hay personajes notables, como August y los secundarios, como las Hijas de María, pero no puedo evitar sentir cierta antipatía por Lily, la protagonista.
Es una de esas cosas inexplicables.


jueves, 9 de septiembre de 2010

"Diagnóstico" de Lisa Sanders, no apto para aprensivos

Decíamos ayer...

Este libro, que no es una novela ni lo que yo llamaría un ensayo, es lo más entretenido que he leído en mucho tiempo.
Escrito por una periodista que decidió estudiar medicina tras ver cómo un doctor salvaba la vida de una persona durante una de sus crónicas, es una apasionada del diagnóstico, o sea, a contar batallitas y a escucharlas de sus amigos: cómo lograron diagnosticar aquel caso difícil cuando parecía casi imposible.
Un ex-colega le propuso que escribiera una columna semanal para un periódico que se convirtió, contra todo pronóstico (o no, ya sabemos cómo nos gusta el morbillo, jejeje), en todo un éxito. Y años más tarde, alguien leyó esa columna y la convirtió en... ¡¡¡"HOUSE"!!!
Por las páginas de este libro desfilan casos reales de personas reales con enfermedades raras (pero no lupus...), que pasan por auténticos peregrinares hasta que son diagnosticados. Esto le sirve a la autora para hacer crítica y autocrítica del servicio de salud americano y del sistema de educación desde las bases, del abandono de técnicas tan necesarias como la exploración física, con la consiguiente pérdida de datos necesarios y los errores de diagnóstico que eso conlleva... del exceso de confianza en las pruebas, a veces repetidas una y otra vez...
Lo mejor de todo es que la autora habla con naturalidad de los errores cometidos por los doctores (incluso los propios), algo extraño en un entorno más bien corporativista, y lo hace con naturalidad y frescura, de un modo que no aburre en ningún momento, sin abusar de los términos médicos ni del dramatismo.
Por eso, si te has tragado todas las series de médicos habidas y por haber, y te has fijado más en los síntomas y las enfermedades que en quién se tiraba a quién, éste es tu libro.