martes, 23 de julio de 2013

"El sentido de un final" de Julian Barnes, final sin sentido...


Decíamos ayer...
Hace como una semana que terminé este libro y todavía estoy rumiando si lo he comprendido o no.
Francamente, creo que el título de la novela es una broma del autor.
 
La novela nos narra los recuerdos (en ocasiones falsos), y en primera persona, del protagonista, empezando por su adolescencia y juventud, hasta la edad madura, y los sucesos que marcaron su vida. Sin embargo, su vida no deja de ser una vida anodina, plana, ¿sin sentido? Al parecer, lo más importante en ella sucedió años atrás, cuando conoció a Adrian, un joven brillante que reinó sobre su grupo de amigos y que, sin embargo, cuando parecía tener un gran futuro por delante, decidió suicidarse.
 
Sin querer entrar en detalles sobre la historia en sí, que tampoco da para mucho, pues se trata de una historia sencilla y breve y, sin embargo, alargada en exceso en monólogos sobre temas de lo más mundanos y absurdos (el protagonista es un hombre común y gris, sin nada especial, rodeado de gente común, algunos desagradables, o no tanto, porque el punto de vista del protagonista cambia de un momento a otro según le dé el aire o recuerde cosas de modo espontáneo), tengo la sensación de que este libro está sencillamente sobrevalorado. Ni las preguntas que te hace plantearte sobre los falsos recuerdos ni sobre la mitificación de ciertas personas del pasado justifican algo tan incompleto, al menos para mí.
De acuerdo en que está bien redactado, se lee con rapidez, sobre todo al ser breve, pero ya he dicho que la historia no daba más de sí. Por no hablar de que hay varias cosas sin explicar, o que yo no he entendido, porque quizás soy como el protagonista: "que nunca entiendo ni entenderé nada".
En todo caso yo lo recomiendo para gente que sea de talante más reflexivo que el mío.
Nota: si alguien lo lee y comprende el motivo del suicidio de Adrian, que me lo explique, por favor...
 

domingo, 7 de julio de 2013

"El secreto de sus ojos" de Eduardo Sacheri, no es lo mismo pero me da igual...


Decíamos ayer...
Lo reconozco. He jugado al juego de las diferencias con este libro, algo que se suele hacer cuando ves primero la película y te encanta, y luego lees el libro, o viceversa. Y hay diferencias. La historia es la misma, pero las cosas no las hace la misma persona, por ejemplo. O "la chica", Irene, que en el libro apenas sale. Pero da igual, porque si la película me encanta, el libro, siendo como es diferente, también me ha gustado mucho.
 
La novela narra, quizás algunos lo sepáis, la historia de un asesinato... o quizás no, mejor digamos cómo cambió la vida de los personajes este asesinato: la de los que lo investigaron, la del marido, la del asesino, la de los que lo encubrieron... la de varias venganzas. Así que quizás es un retrato de la humanidad en sí misma.
El protagonista, empleado de los juzgados, ya jubilado, sin saber qué hacer con el resto de su vida, decide que es hora de contar esa historia, alternando pasado y presente.
Como marco, la dictadura Argentina, la vida en los juzgados... un marco interesante y bastante desconocido para mí y que el autor conoce bien, ya que trabajó en ello.
 
Sin duda, una novela efectiva, que se devora prácticamente, además muy breve. Gustará a los que apreciaron la película, pese a las diferencias ya citadas y que no nombraré, ya que tienen que ver con la trama. Para los que no la hayan visto, una novela a descubrir, sin duda, porque es entretenida, por momentos divertida y amarga.
Tal vez cueste a veces comprender alguna palabra en "argentino", pero se entiende por el contexto, por lo demás, una lectura ágil y enganchante como pocas.
Por poner una pega, una muyyy pequeñita, decir que la historia de amor me ha parecido un mero relleno que no dice nada y que podría ser prescindible, aunque da el punto "esperanza" a un protagonista descreído y de vuelta de todo a esas alturas de su vida.