domingo, 9 de marzo de 2014

"El caso Collini" de Ferdinand von Schirach, lo mismo una vez más...

Decíamos ayer...
Un anciano es asesinado sin piedad. El asesino se entrega poco después. Un joven abogado sin experiencia será el encargado de defender lo aparentemente indefendible... ¿o no? ¿Será capaz de defender al hombre que ha matado a una de las personas más importantes de su pasado?

La primera impresión que tuve al comenzar a leer este libro fue que ya sabía todo lo que iba a ocurrir. Y así fue. Poco de original tiene esta historia, muy sencilla en apariencia, pero que nos hace plantearnos ciertas preguntas. Lo malo es que no es la primera vez que se nos plantean las mismas. Como he dicho, me extrañaría que a alguien le tomara por sorpresa algo de lo que ocurra en esta historia.

Von Schirach, gran hacedor de relatos de ambientación judicial, nos regala en esta ocasión poco más que un relato alargado, con alguna trama secundaria que es un mero relleno, ya que aquí lo importante es cómo un hombre en apariencia tímido y bueno es capaz de asesinar a un anciano de vida irreprochable. ¿Qué motivos puede tener para hacer lo que hace?

La novela, en cuanto a estructura, es muy sencilla. Asesinato, abogado que debe encargarse del caso, sus dudas, ya que conocía al anciano, juicio, presentación de los motivos para que Collini asesinara al eminente ciudadano, pregunta final que queda en el aire... Como digo, poco hay de sorprendente.
Sin embargo, la historia funciona hasta cierto punto por su brevedad y sencillez. Si fuera más larga no lo haría, porque haría falta más para vestirla.
En cuanto a los personajes, me ha sorprendido una cierta frialdad en el protagonista. Cierto que se trata de un tipo ambicioso dando sus primeros pasos, en un caso que le llevará lejos, pero tal vez deberíamos ver algo más de sus sentimientos, teniendo en cuenta que el muerto es casi su abuelo y él debe defender a su asesino, por no hablar de los descubrimientos que hace mientras se desarrolla el juicio. ¿No deberíamos ver más dudas, más horror?

En definitiva, una historia entretenida y con sabor a relato largo, que peca de falta de originalidad. Me gustaría ver, por una vez, en alguna historia alemana, que el pasado no tiene nada que ver con lo que todos imaginamos. Eso sí sería sorprendente.

sábado, 22 de febrero de 2014

"Monte Frío" de Charles Frazer, la guerra era esto...

Decíamos ayer...
Esta novela, más conocida tal vez por su título original, "Cold Mountain", de la que se hizo una versión cinematográfica bastante fiel, nos cuenta la historia de Inman, un soldado confederado herido que, sabiendo que la guerra está perdida, decide desertar y regresar a su casa, en las montañas de Tennesee. Por otro lado, tenemos a Ada, una señorita fina y elegante que, al quedarse sola, debe aprender a valerse sola. Su vida ideal chocará con el pragmatismo de Ruby, que será la que le ayude a empezar a ver lo que hay realmente a su alrededor.

Alternando las historias de uno y otro, esta nueva versión de "La Odisea" ambientada en la guerra de secesión americana, nos muestra el viaje de Inman-Ulises, sus encuentros con diferentes personajes, las historias que le narran, los episodios que él cuenta, sus recuerdos... y por otra, a Ada-Penélope, que trata de sobrevivir mientras le espera.
Sinceramente, no es una novela en la que "pasan cosas". Casi todos los episodios a los que asistimos son, como he dicho, o recuerdos, o historias que alguien cuenta. Construida a base de flashbacks que se alternan con el presente, al menos para mí, el homenaje a Homero está claro.
Sin embargo, está bien escrita, lo cual es siempre de agradecer. Por no hablar de que nos muestra una parte de la historia que pocas veces se ve: la decepción del soldado, la vida de los que se quedan atrás cuando los hombres se van a la guerra. Como retrato de la época, no es ni complaciente ni agradable, está muy alejado de la imagen ideal que suelen vendernos. No se escatiman cruentas escenas de batalla o rapiña, como si el autor tratara de decirnos que aquella es la realidad, que así es el hombre, y que no deberíamos sorprendernos. 

Los personajes no son gente fácil. Ni Inman es un héroe sin fisuras, ni Ada es una dama simpática con la que se conecte al primer instante. Inman, como él mismo dice, parece estropeado, y carga con sus recuerdos como si fueran una losa, convencido de que la guerra le ha cambiado para siempre. Es violento, de un modo que a veces sorprende, y no parece sentirse a gusto con la gente. Y en este aspecto se parece a Ada, que parece tener un pequeño problema de antisocialidad, o más bien de prejuicios. Él vive en un mundo demasiado real y ella está a punto de despertar a él a manos de Ruby, tal vez la única persona "normal" en toda esta historia.

En definitiva, una buena novela, pero no de amor como dicen. Para mí, aquí el amor es algo secundario o no lo más importante. Me quedo con el retrato de la época, con la fascinación de un entorno y un paisaje que parecen muchas veces un personaje más. Una novela para leer despacio y con paciencia y que gustará a gente que no busque tópicos a mansalva y finales felices. A veces la redención es imposible.

sábado, 8 de febrero de 2014

"Capitán Blood" de Rafael Sabatini, ladrón, pirata y caballero...


Decíamos ayer...
Hay historias que se pueden leer desde varios ángulos, y esta es una de ellas. Por lo pronto, nos encontramos, al menos, ante una novela histórica, que narra una época convulsa como la del siglo XVII, tanto en Europa como en el Caribe, que involucra a varios países en guerras y bandos que no hacen más que cambiar a lo largo de toda la novela. Por otro lado, tenemos una novela de pura aventura, con combates navales, asaltos y planes desesperados. Y, por último, una novela de amor casi imposible que no desmerece una historia rosa común.

La novela tiene como protagonista al doctor Peter Blood, un inocente que, por hallarse en un lugar inoportuno ejerciendo sus labores, es condenado por traición y vendido como esclavo en la Barbada. Su amo es un hombre cruel con el que tendrá una relación complicada, aunque no lo será menos con su hermosa sobrina, Arabella, una muchacha de carácter alejado de lo que una dama sensible debería ser. Pronto decide escapar de allí. Las circunstancias harán que sus planes se tuerzan y se vea forzado a convertirse en un pirata, aunque sea un pirata atípico y ciertamente caballeresco.

Si hay algo que resalta en esta historia es que los personajes principales no son típicos. Ni Blood es un tipo digno de lástima por el error que se ha cometido por él, ni lamenta hacer lo que hace como pirata. Es un personaje con tintes si bien no negativos, no del todo positivos, lo cual es de agradecer. Irónico, cabezota, inteligente, astuto, sí, pero no perfecto, lo cual hace que sea todavía más atrayente. Basado, al parecer en el capitán Morgan, se le atribuyen varias de sus hazañas, como el asalto a Maracaibo.
También la protagonista femenina es atípica. No es para nada una dulce doncella. Ya se la describe como "algo masculina" al presentárnosla. No tiene pelos en la lengua y no duda en despreciar a nuestro héroe en varias ocasiones. Sus diálogos en diferentes escenas son dignos de cualquier novela romántica.
En cuanto a los personajes, los más tópicos, por así decirlo, son los "malos", como Bishop, egoísta y centrado en la venganza hasta la estupidez. Lord Julian, rival de Blood por el amor de Arabella es alguien mucho más interesante por sus matices y por su dualidad, aunque se le desaprovecha al final.

Se trata de una historia entretenida, aunque ciertos episodios la alargan innecesariamente, como las alianzas de Blood con Francia o el famoso asalto a Maracaibo, que realmente realizó Morgan. Sin embargo son hasta cierto punto necesarios para explicar el carácter de nuestro héroe, que no se priva de criticar las ambiciones de reyes y sus enviados, no tan alejadas muchas veces de las de los mismos piratas.

En definitiva, nada como un clásico de aventuras de vez en cuando para ver cómo ha cambiado la literatura, y no siempre para bien. Es decir: antes los héroes tenían matices, cometían errores. Y era muy refrescante. 

martes, 19 de noviembre de 2013

"Domiciano, Dominus et Deus" de Lindsey Davis, el que no fue TAN malo...

Decíamos ayer...

Nos encontramos ante una nueva novela "romana" de Lindsey Davis, pero esta vez no se trata de una de las pertenecientes a la serie de Marco Didio Falco o la iniciada hace poco con su hija. Esta vez se trata de contarnos la vida del emperador Domiciano, hijo de Vespasiano, desde el momento en que accede al cargo hasta su muerte (o más bien asesinato). A la vez se nos cuenta la historia de gente que le rodeaba, tanto personas que existieron como personas que no lo hicieron: peluqueras, su esposa, pretorianos... Básicamente, se trata, o pretende ser, un retrato de una época.

Domiciano no era un buen tipo, dejémoslo claro. Paranoico, obsesivo, hipocondríaco, supersticioso, sospechaba de todo y de todos, y a veces incluso tenía motivos para hacerlo. Se llevó por delante a mucha gente, pero, como la misma autora señala, no se cargó a más que otros emperadores de buena fama como su buen padre Vespasiano o el mismo Tito, su adorado hermano. En parte, esta novela, aunque nos retrata a un Domiciano poco agradable, pretende lavar un poco su leyenda negra, o tal vez decirnos que los buenos no eran tan buenos.

Bien ambientada, con detalles que hacen que los personajes sean muy cercanos, ya que son muy poco ceremoniosos, asistimos a juegos, ritos, ejecuciones, batallas... en una novela, eso sí debo decirlo, tal vez demasiado larga, que adolece de un exceso de texto, aunque tampoco se hace aburrida en ningún momento, dada la ironía y el humor de la autora.

Los personajes principales, Vinio y Lucila, pretoriano y peluquera de la familia gobernante, recuerdan un tanto a los conocidos Falco y Helena Justina, tanto en caracteres como en sus diálogos  directos y llenos de pullas etc. Incluso su relación recuerda a ellos, por su compañerismo y amistad, más allá de la relación amorosa. Incluso, a modo de guiño, vemos que él es hijo del jefe de los vigiles de la serie Falco. Esto ha hecho que yo la haya leído con la sensación de estar leyendo casi una parte más de la serie, lo cual no sé si es bueno o malo para lectores no fans.

Yo diría que es interesante sobre todo, más allá de la historia en sí, por los detalles de la época. Yo he aprendido mucho sobre la vida diaria en aquella época, sobre todo la de los guardias pretorianos, o sobre estados jurídicos, derechos de las mujeres casadas o solteras, incluso viudas, además de escándalos de la época, como vestales que rompieron sus votos de castidad o personas conocidas que fueron ejecutadas por confabulaciones.

En definitiva, una lectura para tomársela con tranquilidad debido a su largura, pero que merece la pena por su humor y por las conclusiones que se pueden sacar de ella. Y es que, en el fondo, qué poco hemos cambiado.

miércoles, 30 de octubre de 2013

"Una lectora nada común" de Alan Bennett, creíble ficción...

Decíamos ayer....

Los perros de la reina de Inglaterra le hacen un favor enorme al entrar en la biblioteca móvil, obligándola a, aunque sea por educación, tomar prestado un libro... y ya que está, a leerlo. Allí conocerá también a Norman, pinche de su cocina y ávido lector.
Lo que no sabía la insigne reina era que se iba a enganchar. Tanto, que la lectura la apartará de su puntualidad, del horrible protocolo y del afecto de sus sirvientes, aunque le abrirá los ojos a cosas de las que nunca antes había sido consciente antes.

Esta novela, breve, brevísima, se lee en un suspiro y tiene la facultad de que nos gustaría creer que es cierto lo que en ella se cuenta (y de hecho, hubo momentos en los que yo me lo creí).
Hay momentos divertidos y curiosos, como ciertos episodios sobre el protocolo en los que la reina interroga al Primer Ministro sobre lecturas, o cuando saluda con una mano mientras va inmersa en su libro dentro de la carroza real. 
Plantea el autor que leer es peligroso, que una reina que piensa por sí misma es un riesgo, y es por ello que a sus asistentes no les gusta nada el asunto, por lo que llegan a esconderle libros o a alejarla de Norman, que es el que se los proporciona.
En definitiva, un libro sobre el amor a los libros y cómo nos cambian la perspectiva del mundo y de lo que nos rodea.
Y es divertido, además, hay un indudable humor (muy inglés) en él. No se puede negar el respeto hacia la familia real inglesa, aunque tampoco se la alaba hasta el asco, hay una cierta irreverencia en el tono muy de agradecer.
Un libro recomendable y diferente, en definitiva, para ver a la realeza, tan distante, desde una perspectiva distinta.

miércoles, 23 de octubre de 2013

"Crimen en la granja" de Minette Walters, no-crimen novelado...


Decíamos ayer...

No sé si calificar de novela esta historia o de hecho real novelado, porque en realidad no es una novela en la forma de narrar, aunque tampoco es un reportaje extenso en sí. Es una novela en cuanto a escenas, diálogos, etc, pero hay algo que nos recuerda que lo que ahí se cuenta no es algo inventado por la autora.

En este libro se nos cuenta la historia de una pareja que se conoce después de la Primera Guerra Mundial. Ella, una "solterona" depresiva y agobiante, él, un joven agradable y un tanto débil. Ella le presiona continuamente para casarse, por lo que él decide montar una granja, sin saber muy bien cómo se lleva un negocio así.
Al pasar los años, las discusiones se suceden, ya que ella insiste en la boda y él, que vive en la miseria, dice que no pueden casarse y vivir en esas condiciones. Ella no es muy consciente de la realidad, ya que parece vivir un idilio sin fin. Sin embargo, él, que no puede evitar sentirse halagado por ese amor obsesivo, no es capaz de terminar la relación de una vez por todas.
Años más tarde, todo termina en... ¿crimen?

Una historia ágil, breve y de lectura hiper rápida, que se lee en pocas horas, muy entretenida y que nos deja una sensación extraña, de cierto compañerismo con el protagonista masculino, ya que ella es realmente odiosa y él, dentro de su debilidad, un hombre amable y bueno.
Tiene ese regusto de las historias basadas en hechos reales, pero sin el morbo habitual, pues no se recrea en detalles desagradables que es habitual en otros libros semejantes. No es tanto un ensayo como una novelización, como he dicho antes.
Es una lectura rápida y agradable para unas horas, que no deja de dejar un poso un tanto triste al conocer el final.