miércoles, 29 de agosto de 2012

"La hija de Robert Poste" de Stella Gibbons, cuidado con las pijas que las carga el diablo

Decíamos ayer...
Esta novela empieza de un modo dramático... o quizás no. Digamos que a la susodicha hija de Robert Poste se le mueren sus ricos padres, o no tan ricos. El caso es que se encuentra a los diecinueve añitos, huérfana y sin un chavo. Flora, que así se llama, se decide buscar a unos parientes de los que vivir. ¿Trabajar ella? ¡Ja!
De entre los variopintos parientes que tiene, solo los Starkadder la acogen. ¿Por qué? Porque algo le hicieron a su padre y se lo deben. Así que allí se va, al campo profundo, a vivir con sus no menos profundos parientes, dispuesta a "arreglarles" la vida a su particular y elegante estilo.
 
Divertida (sobre todo al principio) y disparatada crítica social de la vida inglesa del siglo XX, esta novela no te dejará indiferente si eres de los que disfrutas con las novelas inglesas del XIX y sus maravillosas y lentas adaptaciones de la BBC, porque es una parodia de todo eso (aunque en este último caso es anterior).
Imitando pasajes de estas novelas, formulando teorías muy particulares sobre literatura y cine (impagable la de las hermanas Brontë en boca de uno de los personajes de la novela), hay momentos realmente delirantes.
 
Y vale que el desenlace no es de lo mejor, que algunas de las historias y escenas incluso te hacen enarcar una ceja, que los personajes se pasan de rosca de lo puro prototípico, pero no se puede negar que es entretenido como poco y Flora, a pesar de lo entrometida que es, no se atraganta, lo cual tiene mérito. De hecho, recuerda un poco a esa Emma de Jane Austen, casamentera y metomentodo.
En cuanto a la ambientación y el lenguaje, ya he dicho que imita ambas cosas de otras novelas y además intencionadamente, pero a la vez también es muy moderna en cuanto a ciertos temas que plantea, como la anticoncepción.
 
En todo caso, recomendable historia para unos días de calor, para echar unas risas e incluso aprender nuevas palabras como parravirgen. Por cierto, cuidado con la parravirgen, porque cuando florece ocurren... cosas...

lunes, 6 de agosto de 2012

"Purga" de Sofi Oksanen, drama incompleto

Decíamos ayer...
Esta novela está avalada por varios premios, incluido el de mejor novela europea en 2010 y cuenta una (o dos) historias terribles, la de dos mujeres que, en principio, no tienen absolutamente nada que ver, una anciana campesina y una joven rusa huída de la prostitución forzada.
A lo largo de la novela se nos alterna el momento presente y el pasado de ambas mujeres, el cómo y el porqué llegaron al momento presente y sabremos que la llegada de la joven a la aislada casa de la anciana no es una casualidad ni mucho menos.

La historia en sí no es de lo más original del mundo: dos hermanas enamoradas del mismo hombre con un trasfondo de guerra y comunismo. Una (podríamos decir "la buena") se casa con él, la otra sufre en silencio, pero como superviviente, es capaz de cualquier cosa para mantenerse y conquistar, o intentarlo, a su amado. Un personaje nada simpático, ésta Aliide Truu, y sin embargo lo mejor de la novela con diferencia...
Por otro lado, Zara, la joven rusa que termina (no se sabe muy bien cómo) de prostituta en Alemania y luego ante las puertas de Aliide en Estonia, por unos motivos bastante previsibles, es un personaje quizás algo desaprovechado, sobre todo a partir de la segunda mitad de la novela, donde prácticamente desaparece.

Sin escatimar escenas violentas de torturas o sexo, no puedo evitar pensar que por un lado la novela incide demasiado en la historia de Aliide, la anciana y deja demasiados cabos sueltos en la de la joven, Zara. De hecho, no sabemos siquiera realmente cómo llegó la joven a convertirse en prostituta, aunque se insinúa que llegó engañada por una amiga.
Lo mismo con el final, también algo precipitado para mi gusto, ya que deja demasiados cabos sin atar, tanto en el pasado como en el presente.

Sin embargo, es una novela notable tanto por su historia por su estilo y la recomiendo, aunque no quizás como lectura de verano por su temática. Aunque, ¿por qué no? No todo tiene porque ser ligero y tontaina por estas fechas, también se puede pensar de vez en cuando.