viernes, 7 de diciembre de 2012

"El tango de la guardia vieja" de Arturo Pérez-Reverte, caballero y ladrón...

Decíamos ayer...
Ésta es una historia de amor y de traición. Como todas las del autor, por otra parte. Y son los personajes como viejos conocidos. El hombre de vuelta de todo no tan malo como quisiera creer, con restos de un honor que quizás no desearía tener. La mujer de mirada misteriosa que deja huellas imposibles de borrar. Nada nuevo en ese sentido, pues.
Tampoco la historia es nueva, reconozcámoslo. Lo es el escenario o escenarios, tal vez, similar a esas películas elegantes de los años 60, protagonizadas por Grace Kelly (sí, esa dama rubia de la portada) y ese Cary Grant al que creo reconocer en el protagonista (igual son cosas mías). Niza, Buenos Aires, un crucero... tres tiempos muy alejados entre sí... sólo tres encuentros bastan a veces para marcar una vida, o al menos las vidas de los protagonistas, una niña rica y casada con un gran compositor que busca inspiración para escribir un tango, y que la encuentra en un bailarín profesional, gigoló y ladrón, que los cautivará. Aunque ellos no sean precisamente tan recatados como parecen.

Es lo más logrado a mi parecer la ambientación de la novela, donde se nota un gran trabajo en cuanto a investigación sobre ropas, material de la época y entornos.
Sin embargo, es una novela lenta en su desarrollo, apenas pasa nada, por lo que se hace larga, algo pesada, que solo se aligera gracias al continuo cambio de escenario de presente y pasado. Además, la trama es bastante insustancial, con una intriga superficial, fácilmente previsible en todo momento. Por no hablar de un par de momentos donde (creo yo, y si alguien más ha leído el libro, por favor, me comente si piensa lo mismo, hablo en concreto de los momentos con el espía español y el encontronazo con los rusos) lo que ocurre parece inacabado, inexplicado, algo que no es habitual en los libros de Pérez-Reverte, que siempre ataba todos los hilos de sus tramas. 
Se ha hablado también de las cacareadas escenas de sexo explícito, nunca antes vistas en otras obras del autor... en fin... light total, si lo que pretendía con esa publicidad era atraer público, éste quedará muy decepcionado.

En definitiva, una novela que quizás maraville a los incondicionales de Pérez-Reverte, que lo adoran sin fisuras, pero que quizás no lo haga tanto a los que nos gusta pero aún tenemos espíritu crítico.
Bien escrita, muy bien ambientada, pero no redonda. Yo diría que no es tan canalla el ladrón como pretende ni tan fatale la femme como le gustaría.