sábado, 16 de marzo de 2013

"Carlos, Paula y compañía" de Fernando Alcalá, romance descafeinado

Decíamos ayer...
Yo no soy una lectora habitual de romántica. Lo fui en otros tiempos, pero lo dejé por saturación. Para que me decidiera a leer una novela romántica, tenía que tener algo que me llamara la atención, y esta novela lo tenía: está escrita por un hombre y quedó finalista del premio Harlequín de novela romántica este año.
Poco se puede decir del argumento, ya que si algo tiene esta novela es que cumple con todos los preceptos que debe cumplir una romántica "canónica": chico conoce chica, se enamoran (sin saber muy bien cómo), tienen una relación que se rompe por motivos que no quiero desvelar por si alguien quiere leerla, llega el momento de la reconquista y el final feliz.
Nada nuevo en el horizonte, en definitiva. Si acaso la diferencia es que la historia esté contada desde la perspectiva del hombre y en primera persona.
 
Y aquí viene el primer pero que debo ponerle a la novela: la primera persona. Si bien hace las historias cercanas para algunas personas, a otras, entre las que me incluyo, llega a cansarles, sobre todo cuando el protagonista tiene un punto de histrionismo como Carlos, que lo cuenta todo como si fuera el apocalipsis o el paraíso. Para él nada tiene término medio.
Los demás personajes, en particular los amigos, son simpáticos y hacen bien su papel de paños de lágrimas y cómplices de sus alocados planes. En cuanto a la protagonista femenina, me he quedado con la sensación de que apenas sé nada de ella, en particular qué le ve a Carlos, ya que apenas asistimos a conversaciones entre ellos.
 
Sin embargo, debo decir que está más que bien redactada y es entretenida, con varios episodios divertidos, sobre todo al principio, que me han recordado a películas románticas o series como "Cómo conocí a vuestra madre", tanto en personajes como en situaciones, e incluso los títulos de los capítulos me han recordado a los de "Friends" (aunque igual es cosa mía). De hecho, creo que no decepcionará a las lectoras de romántica, ya que cumple todos los requisitos imprescindibles de estas novelas e historias.
En definitiva, una novela fresca para unas tardes que busquen una historia sin complicaciones y sin muchas vueltas.