viernes, 21 de septiembre de 2012

"La pesca de salmón en Yemen" de Paul Torday, aprendiendo a creer

Decíamos ayer...
Antes de nada, dudemos antes de calificar esto de novela. Porque es una historia creada a base de extractos de diarios, interrogatorios, emails, entrevistas televisivas, cartas al director de diarios y revistas y otros formatos diversos, incluso actas del parlamento británico.
De hecho, si no hubiera visto antes la película, yo no sé si hubiera sido capaz de seguir el hilo, porque las dos, novela y película, a pesar de sus diferencias, se mezclaban en mi cabeza hasta el punto de que para mí, el protagonista tenía el aspecto (insuperable) de Ewan McGregor.
Tonterías aparte, volvamos al libro, que nos cuenta la historia, el sueño más bien, de un adinerado jeque aficionado al sutil arte de la pesca de salmones. Sabedor del pacificador efecto que produce en los hombres, concibe la idea de llevar esta aficición a su país, Yemen, para que todos se beneficien de sus calmantes efectos y se dejen de guerras, sin pensar en zarandajas tales como que Yemen es un país desértico. Para ello se pone en contacto con una agencia gubernamental británica y con un brillante científico, Alfred, que, pese a sus recelos iniciales y al poco apoyo de su esposa, se embarcará en el sueño del jeque y acabará, cómo no, creyendo. Además, contarán con la ayuda de Harriet, una brillante agente inmobiliaria que se encargará de todo lo práctico y sacará a Alfred de su concha.
 
Con sus dosis de humor y drama, sus momentos brillantes como los emails de Al-Quaeda, los momentazos del jefe de comunicaciones del premier británico, tan ajeno a la realidad y tan dispuesto a sacar partido a todo por su adorado "jefe", o las indignadas protestas de los pescadores en revistas especializadas, estamos ante una historia sin duda original, al menos en lo que a formato se refiere, y que se lee rápido y con una sonrisa en los labios.
Y se agradece que el autor no se prive de repartir estopa a diestro y siniestro, así como quien no quiere la cosa, criticando guerras o gobiernos y predique artes más sencillas como la pesca, que no deja de ser una metáfora, supongo, de la paz. O será que le gusta pescar, quién sabe. A veces no hay que buscarle tres pies al gato.
 
De todas formas, tiene mérito llevar una trama con tan diversos formatos y que siga siendo comprensible.
En cuanto a los personajes, destacaría no a los protagonistas, que nada tienen de especial, sino a la esposa de Alfred, Mary, que a pesar de que sale poco, me ha resultado tan graciosa, con su frialdad y sus crueles intervenciones, que no me resisto a decir que es mi personaje preferido de entre todos los que pueblan la novela.
En definitiva, un libro diferente en cuanto a formato, no tan diferente en cuanto a argumento, pero que merece la pena por la ironía y la crítica no tan velada con la que está escrito. Más que entretenido y recomendable, sin duda alguna.

jueves, 13 de septiembre de 2012

"No confíes en nadie" de S.J.Watson, memoria de pez

Decíamos ayer...
Christine se despierta cada día sin saber quién es, quién es el hombre que está a su lado, dónde vive, cuántos años tiene... es como si volviera a nacer. Y cada día se entera de que ese hombre es su marido, de que perdió la memoria a causa de un accidente y cientos de cosas más. Pero a la vez desconfía de él por cientos de pequeños detalles, entre ellos, que no quiere que la vea ningún médico, a pesar de que un doctor que parece estar visitándola dice estar haciendo progresos en su tratamiento.
De todo ello se enterará por medio de su diario, en el que escribe cada día sus descubrimientos  y los leerá al día siguiente al despertar.
Recuerdos nuevos junto a lo leído harán que Christine reconstruya su pasado y su presente, y se dará cuenta de que nada en su vida es lo que parece.
 
Sin ser una novela increíblemente novedosa, ya que recuerda a películas como "Memento", entre otras, la historia es entretenida, ya que no tiene gran complicación ni en cuanto a estilo ni en cuanto a trama. De hecho, hay cierto momento en que adolece de cierta reiteración, de alargamiento innecesario, ya que apenas pasa nada en gran parte del libro. Y además, es bastante predecible si estás atento a las pistas, pero eso no quita que se deje leer de una manera agradable, sin momentos de aburrimiento, algo que se agradece.
 
En definitiva, buen libro para una tarde de lluvia o de piscina, para días sin demasiadas exigencias.
 
P.S.No puedo evitar un último y viperino comentario... si una persona no sabe qué es un móvil, ¿cómo sabe cómo debe responder a él y que si no funciona es porque se ha quedado sin batería? Sin más, cositas que me han llamado la atención...


domingo, 2 de septiembre de 2012

"Muerte y vida de Bobby Z" de Don Winslow, y dale....

 
 
 
 
 
 
Decíamos ayer...
Tim Kearney es un tipo sin suerte. Triple reincidente, exmarine, firma su sentencia de muerte al cargarse a un Ángel del Infierno en la cárcel. Pero su suerte parece cambiar cuando unos tipos de la DEA le sacan de chirona para que se haga pasar por el mítico Bobby Z. ¿Por qué? Es igualito a él. ¿Cuál será su recompensa? La vida, una vez que solucione el marrón, un intercambio entre él y un poli con un narco mexicano.
Pero el marrón es más negro de lo que le dijeron. Por lo pronto, el intercambio es un desastre y vuelan los tiros. Logra salvarse de las llamas, pero para caer en los carbones...
Huidas por el desierto, ranchos de película, femmes fatales, narcos en busca de venganza, polis corruptos, niños valientes...
 
Acción a raudales, es lo que no falta en esta novela. No se puede decir que sea aburrida. Probablemente, es lo único que no se pueda decir sobre ella. Porque, desde luego, suena a ya leída. Es tan similar a otras novelas del mismo autor que es sorprendente que nadie le acuse de autoplagiarse.
Si cambiáramos los nombres de los personajes de los polis, de las chicas y de los narcos mexicanos, parecería el mismo libro.
¿En qué se diferencia de otros? En que éste es es un Winslow menor, de los de pasar el rato. Y se pasa bien, siempre y cuando te gusten este tipo de historias.
 
De todas formas, debo decir que hay puntos de la historia claramente forzados y encajados como con calzador y cosas que no se explican siquiera.
Si pasamos esto por alto y buscamos un mero entretenimiento, un libro que se pueda leer incluso en un par de días (los capítulos son tan cortos y hay tanto diálogo que se lee muy rápido), es tu libro. Aburrir, no te aburrirás.