
Decíamos ayer...
Hacía años que tenía pendiente este clásico de Stephen King, un autor que me gusta, aunque a veces se deje llevar demasiado por su desbordada imaginación (es decír, que a veces desvaría).
Esta novela en concreto trata de una familia que se traslada a un hotel para cuidar de él durante el invierno, temporada durante la que permanece cerrado.
El padre, Jack Torrance, es un ex-profesor fracasado, ex-alcohólico, presa de arrebatos violentos, la madre, Wendy, una mujer quizás demasiado débil como para abandonarlo.
Y el niño... Danny... es un niño que posee "el esplendor" (no entiendo porqué la novela se llama "El resplandor", la verdad), una especie de poder de percepción extrasensorial. Danny ve cosas que han pasado, que pasarán... y también "lee" los pensamientos de sus padres.
Pero quizás es "personaje" más fascinante de la novela es el propio hotel maldito, el Overlook. Si alguna vez habéis tenido una sensación extraña al entrar en un hotel, o si no la habéis tenido jamás, ahora entenderéis porqué. A mí desde luego, los hoteles no me gustan demasiado, nunca lo han hecho, de ahora en adelante, ni me lo imagino...
Y es que el Overlook tiene alma propia... o quizás muchas almas... todas de las que ha podido ir adueñándose a lo largo de los años... y ahora quiere a Danny para hacerse aún más poderoso.
Sin ser una novela de terror, de esas que te tienen el alma en vilo, es muy tensa, ya que somos testigos del sufrimiento de este niño que siente el desmoronamiento mental de su padre sin poder evitarlo. Aunque hay algunos sustos, eso sí... no os acerquéis al parque infantil ni a la habitación 217...
Me gustaría comentar que escenas míticas de la película de Kubrick como las de las gemelas y las del niño corriendo por el pasillo con el triciclo no aparecen en la novela.
Una última cosita... "El sexto sentido" le debe mucho a esta novela, o eso creo yo.